En todos los hogares son muchos los restos de jabón que se tiran anualmente. Aunque tratamos de utilizarlos al máximo, al final cuando el resto de jabón es muy pequeño, ya nos cuesta manipularlo, se nos escurre entre los dedos y terminamos tirándolo a la basura. Hoy les traigo en este post, una forma simple de aprovechar esos trocitos al máximo.
Tomamos un frasco de vidrio o plástico, le colocamos una media vieja y limpia en su interior, doblando hacia afuera el puño de la misma, volcamos en su interior los restos de jabón que tenemos, llenando de agua hasta 1 ó 2 cm del borde del frasco. Dejamos que el jabón se ablande lo suficiente con el agua (unas 24 horas). Luego sacamos la media, escurrimos todo lo más posible el agua. Lo ideal es colgar la media cerrándola con un alfiler de gancho y poniendo otro frasco limpio debajo, porque ese agua jabonosa tambien sirve para lavar. Cuando ya no escurre más agua aprisionamos la media como si amasáramos y le damos forma. Lo sacamos de la media, lo dejamos orear un poco sobre un nylon y ya tenemos un nuevo jabón.
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